Marielle Franco: la eterna luchadora por lxs oprimidxs
- Rebel
- 16 mar 2018
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Marielle Franco tenía 38 años cuando fue asesinada deliberadamente a balazos mientras regresaba a su hogar luego de presentarse en un acto político que abrazaba el empoderamiento de las mujeres negras brasileñas. Todo indica que quienes dispararon están ligados a fuerzas de seguridad que en la actualidad tienen el control de Río de Janeiro.
Militaba por los derechos humanos y se destacó por su lucha contra la violencia policial en el partido Socialismo y Libertad (PSOL). También fue una referente del feminismo, del movimiento afrodescendiente de Brasil y símbolo de lucha para las mujeres contra el racismo, el machismo y la homofobia.
“No es casualidad que política y lucha sean palabras de género femenino. Siempre necesitamos disputar nuestro lugar en la sociedad. Es una lucha que se da en la vida misma… Luchamos por nuestras viviendas en la favela que son un espacio desdibujado y popular por la falta de representatividad en la política. Las mujeres estamos históricamente disputando nuestro lugar en el trabajo, en la vida pública y en la política, que se caracteriza por la ausencia femenina en ese espacio de decisión”. Y afirmaba con vehemencia que la política es una lucha cotidiana: “Nosotras en las favelas la sentimos todos los días cuando vamos a llevar a nuestros hijos, sobrinos y nietos a la escuela y no tienen clase, ya sea por el tiroteo, porque no tienen profesores; cuando no hay vacante en las guarderías; cuando no hay atención en los hospitales; cuando no nos respetan en el transporte público; cuando somos desvalorizadas en el ambiente de trabajo; asediadas en las calles; violadas en casa. Lo que sentimos en realidad es la falta o la precariedad de políticas públicas que respondan a las necesidades diarias de las mujeres negras de las favelas”
Nació y se crió en el complejo de favelas de Maré, una de las zonas más violentas de Río de Janeiro. Fue socióloga y realizó una maestría en Administración Pública. Su tesis tuvo como objeto de estudio la policía y su accionar contra las personas de tez oscura.
Trabajó como asesora del diputado del estado de Río de Janeiro Marcelo Freixo, que en 2011 dirigió una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) sobre el tráfico de armas y drogas en la región.
Marielle entró en la Cámara Municipal de Río en las elecciones de 2016 como la quinta concejala más votada. Obtuvo más de 46.500 votos. Fue un hito histórico para una mujer negra de una favela. Además, recientemente fue nombrada como relatora de la Comisión de la Cámara de Concejales de Río para vigilar la intervención militar decretada por Michel Temer hace un mes atrás. Desde ese lugar, en las últimas semanas, denunció un aumento de la violencia policial en las favelas y se opuso al control militar como medida de seguridad para frenar la violencia, que oficialmente se dice, fue en aumento desde los Juegos Olímpicos 2016 hasta la actualidad.
Lo consideró una medida que atacaba al eje central de la democracia. Nunca, desde su retorno en 1985, ningún presidente había tomado una medida de tal alcance que atentara contra los derechos constitucionales y libertades individuales del pueblo brasileño.
El 10 de marzo de 2018 denunció en las redes sociales una operación policial en la favela de Acarí: "El 41 Batallón de la Policía Militar está aterrorizando y violentando a los habitantes de Acarí (..). Es algo que ocurre desde siempre y con la intervención es peor", escribió.
Tres días más tarde, publicó una pregunta como una profecía autocumplida y dolorosa de su propia muerte: “Otro asesinato de un joven que puede entrar a la cuenta de la Policía Militar. Matthew Manu salía de la iglesia ¿Cuántos más tendrán que morir para que esta guerra termine?”
La ironía con que se cierra ese interrogante genera angustia. Ella y su conductor fueron las próximas víctimas. El pasado miércoles 14 de marzo de 2018 por la noche fueron asesinados a balazos mientras viajaban por el centro de Río de Janeiro en un vehículo. Los disparos ocurrieron cuando otro auto se aproximó al suyo y disparó varios tiros premeditadamente. Fallecieron al instante, mientras que Fernanda Chaves, su asesora de prensa, logró sobrevivir. Todo indicaría que los responsables están ligados a las fuerzas de seguridad; esas que Marielle no se cansaba de denunciar por el ejercicio del monopolio de su violencia y su coerción.
Como ocurrió en 2017 en Argentina con Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, los medios de comunicación hegemónicos tienden más a ensuciar que a esclarecer; además suelen tener una bajada de línea ideológica de derecha, adoptar un rol activo para despolitizar los conflictos y ocultar sus relaciones de poder. Desconocen acerca de límites y hacen circular mensajes crueles, sin empatía, mientras familiares y amigos de la víctima siguen de luto. Con Marielle los diarios, funcionarios públicos, gente con mucho peso en las redes sociales, también se apresuraron a despolitizar su muerte.
Alexandre Borges, un actor brasileño muy conocido, posteó en su perfil de Facebook:

“Todas las víctimas de violencia son iguales. Pero algunas son más iguales que las otras” #Orwellian
El actor se refería al pedido efusivo de justicia como un gesto “orwelliano” (#Orwellian) una definición del libro “1984” de George Orwell. “Orwelliano” es un eufemismo para decir que “pedir justicia” es atentar contra la libertad intelectual de la sociedad.
Es una torpeza que confunda “pedir justicia” por una muerte frente a la violencia del Estado con un gesto de control; asimismo en este momento en Brasil, Temer habilitó a las fuerzas militares para que se hagan cargo de la seguridad y lo están haciendo a través del abuso desmedido de autoridad y la violencia. El movimiento popular brasileño no desea lavar cerebros. En cambio, busca concientizar al pueblo: el Estado no puede detentar tanto poder ni ejercer esa coerción sobre la sociedad civil. Mucho menos, si teniendo el monopolio de la fuerza es capaz de causarle la muerte a los civiles por mero capricho. El Estado debe asegurar el bienestar de la sociedad civil, no amedrentarlos a través de la fuerza física.
Por otra parte, el diario “O Antagonista” afirmó que “el asesinato debía ser investigado para disipar cualquier duda ante la misión militar” dejando en claro su postura partidaria: los responsable no fueron las Fuerzas Armadas. En la misma línea ideológica, la página web “Eu sou Direita” (Yo soy de derecha) atacó con violencia las políticas públicas del partido de Marielle e insinuaron que fueron las que la llevaron a la muerte. “Es triste, es una tragedia, es repugnante, pero es el resultado de la ilusión de acreditar que un criminal tiene arreglo. Los marginales no lo tienen (...) ¿PSOL todavía cree que Río de Janeiro no necesita intervención militar? ¿PSOL todavía cree que la Guarda Municipal Carioca no debe andar armada? ¿PSOL todavía defiende que los civiles anden desarmados y sean ejecutados como lo fue la propia líder del partido?”
“Les tocó a ustedes la violencia, ¿ahora a quién van a culpar? Si el que pegó un tiro fue un policía, entonces mejor todavía, pueden politizar el caso, pueden poner a toda la policía en la misma bolsa podrida y pedir el fin de la Policía Militar (PM) nuevamente”

En una de sus últimas entrevistas (19/02/2018) subida a YouTube, Marielle afirmaba que la intervención policial traería "el agravamiento de la violencia en nuestros cuerpos favelados" y que esto formaba parte de un proceso que ponía en riesgo a la propia democracia. También que era parte de un discurso del miedo: "había una sensación de inseguridad que se fortaleció por parte de los medios, especialmente durante el carnaval, lo que reforzó esa pedido de intervención policial". Y continuó con la idea de que a pesar de las presiones, la lucha tiene que fortalecerse, incluso en momentos en los en que las libertades individuales son cercenadas: "la vida en Río de Janeiro está muy amenazada, pero aún resistimos mucho. Especialmente contra esa mano que quiere controlar los cuerpos favelados… ¿Quién vigila a los vigilantes? ¿Quién da cuentas de eso? Nosotros debemos ocupar las calles", dijo con su tono combativo y mostrando su usual resistencia.
Hoy Marielle ya no está. Fue asesinada injustamente. Era una mujer, madre, militante, afrodescendiente, feminista y lesbiana. Dejó detrás a más de 46.500 votantes. Esperamos que todo lo que hizo en vida sea un legado para que hayan más Marielles Francos y para que el gobierno deje de silenciar voces.
Texto por @_falopa_ y Meri Otero.
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